Más allá de la rentabilidad: ¿Cómo ser una empresa de triple impacto?
En la actualidad, las organizaciones ya no tienen un fin meramente económico; los negocios se enfocan en contribuir al desarrollo social y sostenible
En los últimos años, ha cobrado relevancia el movimiento de empresas que persiguen otros objetivos además de la rentabilidad financiera. Numerosas corporaciones, compañías y emprendimientos han adoptado modelos alternativos, ante una realidad que demanda una visión más social y ambiental en torno a la forma de hacer negocios.
De acuerdo con el séptimo Informe de Sostenibilidad, presentado por el Boston Consulting Group junto a MIT Sloan Management Review a finales de 2022, el 60% de las empresas ha incorporado la sostenibilidad a su estrategia de negocios. Además, nueve de cada diez ejecutivos consideran que este concepto es importante para el sector empresarial.
En este contexto, se ha posicionado el concepto de “Empresas B” o de triple impacto. Según datos de la Alianza para la Transición Inclusiva, alrededor de 10.000 empresas en todo el mundo ya han adoptado este modelo empresarial, elevando sus estándares de contribución económica, social y ambiental.
¿En qué consiste el modelo de triple impacto?
La propuesta de triple impacto consiste en un cambio de filosofía y cultura organizacional sobre la forma de operar un negocio, basada en tres pilares fundamentales:
- Mirada social: las empresas priorizan su relación con el entorno social y su aporte a la comunidad, más allá de la obtención de réditos económicos.
- Valor económico: los negocios buscan la rentabilidad, pero no a cualquier precio. Para alcanzar este objetivo, promueven prácticas como el comercio justo y el apoyo a los productores locales de toda escala.
3. Impacto ambiental: las compañías y emprendimientos se preocupan porque sus operaciones y procesos sean amigables con el medioambiente. Para ello, implementan acciones como el reciclaje, la reducción de emisiones de carbono y el uso de energías limpias.
¿Cuál es el origen de este movimiento?
La idea o concepto de ‘Empresas B’ surgió en el contexto de la crisis financiera de Lehman Brothers en 2008, el cuarto banco de inversión más grande de Estados Unidos. Varios empresarios se percataron de que los valores ambientales y el compromiso social quedaban en segundo plano al momento de hacer negocios.
Esto generó una alerta entre los dueños de importantes corporaciones, quienes se unieron para dar vida a un movimiento que busca construir un futuro próspero para todos.
En Ecuador existen unos 900 negocios denominados como de “Beneficio e Interés Colectivo”, que surgieron tras la creación de la Ley de Emprendimiento e Innovación en 2020. Todas ellas forman parte de un novedoso ecosistema, cuyo propósito se centra en la generación de valor y oportunidades para la sociedad ecuatoriana.
¿Cómo influye la comunicación?
Para el movimiento de empresas de triple impacto, es fundamental la participación de los diferentes actores sociales: academia, sociedad civil, sector empresarial y gobierno. En este escenario, las ‘Empresas B’ buscan que su labor sea reconocida por toda la ciudadanía y que se sumen nuevos aliados a esta causa.
Por esta razón, la comunicación estratégica es un aspecto esencial de toda estrategia de negocios. A través de una gestión efectiva, las empresas pueden socializar sus logros en torno a iniciativas de carácter social y ambiental con diferentes públicos de interés. Además, pueden consolidar alianzas y construir redes de apoyo.
En MC Comunicaciones, tenemos amplia experiencia asesorando a organizaciones que buscan transformar el panorama empresarial. Nuestra expertise nos ha permitido posicionar a diferentes multinacionales y empresas locales como actores relevantes para el desarrollo sostenible del país.
¡Contáctanos si buscas ser parte de este movimiento inspirador!
Autor: Brayan Chaparro, Gerente de cuentas de MC Comunicaciones
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