Reputación corporativa, riesgos y oportunidades tras la pandemia
Si bien, se ha hablado mucho de la importancia de la reputación corporativa como parte del tejido empresarial de cualquier sociedad, es vital aterrizar las fluctuaciones a la que esta se ha visto sometida con la llegada de la pandemia, en donde, quizás más de una compañía estuvo ocupada en mantener la operación que en su propia reputación.
Y es que, con esto, adaptarse a la nueva realidad es lo único cierto de esta situación y en la que la mayoría coinciden. Pues tras el estallido social y económico al que la humanidad junto a las compañías debió afrontar, las lecciones son muchas y las directrices en el mercado tienden a decir que será una era en donde no solo se experimentará tiempos de inestabilidad, sino también de resiliencia.
Esta última, justa y necesaria para aceptar la situación y la relevancia de adaptarse a los cambios, no solo permitirá a las empresas contar con un factor extra, sino que será clave dentro de los riesgos y oportunidades para mantener una buena reputación.
Manteniendo la reputación
Recordemos que, a pesar de enfrentarnos a una situación de cambio permanente, hay principios básicos para proteger la reputación que no se pueden dejar pasar por alto nunca, y eso es estar siempre alertas, anticiparnos, evitar y, sin duda, gestionar aquellos posibles riegos reputacionales que se pueden presentar a nivel corporativo.
Y es que hablar de riesgos en estas instancias es hablar también de oportunidades y aprendizaje, especialmente de aquel aprendizaje que dejó el poder reaccionar a tiempo y dar respuesta inmediata a solucionar problemas, y que revelaron con ello una nueva forma de actuar y otras prácticas que, por su eficacia, deberían mantenerse a largo plazo como recomendación.
Ante esta necesidad en MC Comunicaciones como consultores de comunicación y asesores de varias empresas nacionales y extranjeras en Ecuador, destacamos entre los factores intangibles de valor para mantener la reputación, la importancia de replantear las estrategias de cara a un nuevo mundo, mismas que, nos anteponen a un escenario recursivo, dinámico, más humano, pero sobre todo coherente; es decir, a guardar consistencia entre lo que decimos y hacemos, especialmente si lo que se busca es proteger la reputación.
Riesgos y oportunidades
Atención al público interno: Nunca la gestión del talento humano había sido tan importante, especialmente porque el liderazgo debe sentirse, ser capaz de motivar, y contagiar a toda la empresa y equipos a que hagan su parte por compromiso y no por obligación. Aquí la capacidad de las cabezas principales para manejar sus habilidades blandas será clave, especialmente si lo que se busca como compañía es crear terrenos sólidos para poder operar satisfactoria y equilibradamente.
La comunicación es clave: En la pandemia y pese a que los planes de comunicación se alteraron, no podía dejar de contarse cuán socialmente responsables estábamos siendo, especialmente porque de ello también se desprendían canales de asistencia y ayuda a otros. Por esto, apalancados en los valores, visión y el propósito corporativo, se debe comunicar los nuevos planes que ha diseñado la compañía de cara a una nueva realidad y al futuro, especialmente si aquello implica medidas de bioseguridad, cuidado del ambiente o atención y respeto por la sociedad. Temas que hoy sin duda son muy valoradas por todos.
Invertir y cuentas transparentes: Está dicho que toda compañía debe generar ganancias a raíz de su producción para que sea rentable y atractiva, inclusive, a la captación de nuevos inversionistas. Sin embargo, para lograrlo y ser una compañía no solo apetecida, sino también respetada por su desempeño, deberá contar con proyectos aterrizados a la nueva normalidad, pero también que, como parte de su promesa de valor se faciliten con transparencia las garantías riego-beneficio del negocio. No olvidar que las memorias de sostenibilidad o rendiciones de cuenta son herramientas propias de la cultura de valor reputacional.
La importancia de los ESG: Ramón Pueyo, responsable de Sostenibilidad y Buen Gobierno de la firma KPMG, afirma para un artículo de la Asociación de Directivos de Comunicación DICOM que, “el interés por las cuestiones ESG (Environmental, Social and Governance) va a quedar reforzado en las compañías y que invertir en ESG muestra resiliencia y provoca unos anticuerpos corporativos”. Él afirma que en esta carrera en donde los más visionarios ya hablan de la EESG (se suma Employees), “las empresas van a ser examinadas con más rigor, en las medidas de seguridad de los empleados, en los planes de continuidad de negocio, en cómo van a luchar contra las desigualdades sociales y en la brecha salarial, o por la defensa del empleo y los derechos humanos”.
La receta mágica para la gestión de la reputación empresarial siempre requerirá de ser estratégicos, dar respuestas inmediatas a las crisis, pero sobre todo por esa capacidad de adaptación enfocada en crear una cultura de convivencia más armoniosa, pero sobre todo justa. Estos factores sin duda se encargarán de marcar el rumbo de su reputación, o la nuestra, en un futuro.