El Verdadero Valor De La Reputación Corporativa
Reputación Corporativa, un término que se ha puesto de moda en los últimos años en nuestro país pero que pocos conocen el verdadero alcance de esta frase tanto al interno como externo de una compañía. Tanto la Reputación Corporativa como la RSE han sido conceptos que han sido interpretados según el acomodo de cada empresa, mal transformándolas incluso con querer creer que son el todo apenas con donación de recursos o firmas de cheques en blanco.
La Reputación Corporativa es un término que prevalece desde inicios del año dos mil pero su aplicación en el mundo empresarial emerge para convertirse en un activo que genere valor a las organizaciones y compañías, se han transformado con el pasar de los años en un arma secreta y poderosa para fidelizar capitales humanos y desproporcionar situaciones de dificultad en momentos de crisis.
En otras palabras, la Reputación Corporativa se convierte en la cédula de identidad y record corporativo de las empresas; para ello sus directivos, ejecutivos y departamentos de comunicación trabajan en una serie de merecimientos ante sus grupos de interés, también llamados Stakeholders. Su trabajo deber ser constante, permanente y coherente con la filosofía y misión que se predica. De todas estas acciones dependerá la calificación que la empresa reciba en cuanto a: lo que es, lo que hace y lo que dice ser.
Pero al ser tan amplio su espectro, también es amplio el nivel de responsabilidades, pues bastará tan solo que una persona fallé como para que la Reputación Corporativa se vea seriamente amenazada, pues “No es responsabilidad exclusiva de nadie, pero es una función casi que obligatoria de todos”. Es necesario entonces que, para el desarrollo y aplicación de una correcta Reputación Corporativa la empresa analice y de ser necesario re planteé la validez de: la ética empresarial, los valores corporativos, la visión y las estrategias utilizadas, así como estar seguros si estas van en la misma sintonía del imaginario de cómo les gustaría ser vistos.
Las organizaciones deben estar claras que la Reputación Corporativa dejo de ser el conjunto de percepciones que proyecta una empresa, olvidando por completo o dejando de lado que ésta es una tarea específica de la imagen corporativa, pues esto sólo ha llevado a las empresas a pensar que para lograr una buena reputación es suficiente con «actuar bien». Si bien, tratar de comportarse de la mejor manera es un aspecto necesario, esto no es suficiente. Muchas organizaciones ya han experimentado cómo las opiniones y percepciones de terceros pueden afectar a su reputación, sean estas opiniones pocas veces contrastadas.
Cuando hablamos de lo “Qué es la compañía”, debemos estar seguros y convencidos de que lo que decimos no es solo por quedar bien en los medios o en la sociedad, debemos ser enfáticos en que cada uno de los conceptos para que se apliquen conforme a lo que se predica, pero que sobre todo la compañía velará porque estos principios así se cumplan.
Cuando hablamos de “Lo que hace” la organización se refiere no tan solo a que los productos y servicios que se ofrecen son de la mejor calidad, habla también de la atención al cliente, su cadena de valor, sus colaboradores, sus accionistas y sus públicos, pues estos debe trabajar ´para realizar un correcto acompañamiento y velar por sus mismas prácticas, generando así un círculo de confianza, cercanía y profesionalismo; pero nada de esto será posible si para ello no existe una correcta transparencia y supervisión de todos los procesos.
“Lo que se dice”, quizá aquí el papel más importante en términos de reputación, de nada servirá que se aplique todos los mecanismos de enseñanza en: filosofía, control, supervisión y transparencia si no existen los canales correctos para comunicar de manera oportuna y eficiente. Los procesos de comunicación con todos los grupos de interés serán de altísima influencia a fin de conseguir una sinergia entre todos los actores, algo que se ha dado en llamar recientemente como «diplomacia corporativa».
En términos comerciales, la Reputación Corporativa no genera ventas directas, pero si gracias a lo que se hablé de la misma, la confianza y credibilidad que ha logrado construir en el tiempo logrará persuadir en la decisión de un comprador hacia los productos o servicios que oferta. Las empresas que han sabido y entendido cómo trabajar en temas de Reputación Corporativa, han logrado consolidar el bien más cuantificable, bien que en términos de confianza podría superar a las empresas con mayor activos en las bolsas de valores, pues ser parte de la comunidad; vivir sus historias y sufrir con cada caída hace que su valor crezca en el tiempo y en la historia, en otras palabras, un trabajo que debe ser arduo y constante para humanizar a las organizaciones.
La reputación en una compañía, como el honor en las personas, es difícil de ganar y fácil de perder.