Campañas políticas: Escenarios para aplicar o no, estrategias éticas de comunicación y marketing
Ser parte de una sociedad digital que demanda a diario una hiperconectividad para estar enterados y en sintonía con el mundo, tiene, sin duda, muchos aspectos positivos, pero también nos convierte en presa fácil de todo tipo de contenido maquetado y disfrazado que busca influir y convencer de que lo que vemos, es bueno y lo necesitamos. Este recurso, utilizado en muchas estrategias de comunicación y marketing no tendría nada malo si se respeta los sensibles límites del cómo lo vamos a hacer y con qué objetivo. En tiempos de campaña electoral esta premisa sobrepasa muchos límites, y ha convertido a las plataformas digitales desde escenarios de circo para convencer a través del entretenimiento, hasta de pseudos espacios democráticos de debate encapsulados en tiempos récord de transmisión.
“Hoy la internet juega un papel fundamental en apoyo a la digitalización de las campañas electorales, para visibilizarse y llegar a donde los medios tradicionales no llegan. El internet no solo vivió una transformación digital a pasos agigantados con la pandemia, sino que convirtió a la comunicación en un arte, y en el caso de la comunicación política se ha convertido en un arte más responsabilidad, por su capacidad de influencia”. Comenta Diego Avilés, experto en Marketing digital y estratega de contenidos y Marketing de marca, cuando en un conversatorio con Mercedes Córdova, CEO de MC Comunicaciones, se le pregunta sobre los desafíos a los que las estrategias de marketing y comunicación se enfrentan hoy en día, no solo en Ecuador sino a nivel mundial.
Y es que, esta misma capacidad de influencia es la que preocupa, porque con el mensaje se busca el poder cambiar mentalidades, influir en la toma de decisiones e, inclusive de acciones, de la gran mayoría de personas. Los expertos coinciden en que la pandemia vino a transformar la vida inclusive en la forma de hacer y vivir la política; especialmente porque en nuestras culturas el contacto personal, el dar la mano, saludar con un beso o abrazo, ha sido parte de nuestras sociedades. “Votantes y candidatos estaban acostumbrados al modelo político tradicional: recorrer el territorio abrazando y repartiendo besos, así haya sido por única vez, pero en esos espacios el mantener una comunicación asertiva basada en el dominio del lenguaje verbal, corporal, tono de mensajes y carisma, era parte del discurso de llegada y convencimiento… hoy lo deben conjugar con un entorno virtual”, añade Diego Avilés
¿Cómo ha cambiado el mensaje y la forma de llegar a los lectores?
“La visibilidad y el baile parece superar las propuestas”, eso respondió Avilés a esta pregunta y lo vincula a un sentido de pérdida de la responsabilidad, en muchos casos. En épocas electorales se espera que las propuestas de campaña vengan acompañadas de ideas claras, concretas y que aporten valor y solución a las necesidades de todo un país, y en este caso “el show o las promesas irreales” no debería poder ser usadas como canal de persuasión.
“Hay una línea muy fina entre marketing aplicado para llegar a más personas y el marketing ético. No se trata de llegar a personas sea como sea, sino de llegar con mensajes positivos, de valor… lamentablemente tenemos un país (Ecuador) donde la penetración de lectura e investigación es muy baja, el problema de una deficiente educación está muy latente en la población y esto lleva a que, escenarios en donde ver a un candidato bailando en una tarima o haciendo actos cómicos, llega a tener más relevancia o visibilidad que otros”, añade el experto.
Los canales digitales como llegada a un público joven
Ya veníamos hablando de que subirse a la nave de las tendencias digital era la vía rápida para llegar a las nuevas generaciones que consumen estos canales, y es que redes sociales como Tik Tok es una de las plataformas ideales para llegar a esta población con contenidos atractivos y divertidos, ya sea con fines políticos, comerciales o de cualquier índole. Sin embargo, los expertos añaden que, la red no es el problema, sino el que se esté haciendo uso para generar un mensaje con alcances abismales y que se tome como recurso “escenarios de circo” en donde las propuestas claras y contundentes están lejos de ser una propuesta que soporte necesidades reales.
“En marketing buscamos ofrecer soluciones que se alineen a cada público y lugar, pero independientemente del lenguaje que se use, el contexto, o la base de lo que sé que quiere transmitir, debe ser una base sólida con una propuesta clara, no con ofrecimientos de humo”, manifiesta Avilés. Y añade que, en estos casos lamentablemente la construcción de una comunicación estratégica se ha tergiversado y que, en lugar de hacer una comunicación en pro del crecimiento del país, estamos haciendo una comunicación adaptativa en pro de intereses de mantener a los votantes divertidos y entretenidos. “No se trata de ser candidatos serios o payasos, se trata de no hacer daño al crecimiento de la sociedad… lo que muchas veces termina pasándonos la factura como país”.
La importancia de tener equipos éticos y responsables
En el caso puntual de Ecuador, nos enfrentamos a unas primeras elecciones de binomio presidencial de 16 candidatos que aspiraban llegar al poder. Mercedes Córdova preguntaba al experto qué estrategias de marketing y comunicación aplicar como equipo de estos candidatos, tomando en cuenta la coyuntura de pandemia también.
A esto, la respuesta destaca dos escenarios interesantemente discutibles en este proceso. Uno, el reto de manejar y enfrentar debates virtuales con 16 candidatos más protocolos de bioseguridad. Y dos, soportar discursos encapsulados en tiempos cortos e ideas enganchadoras con valor.
“Necesitamos asesores éticos de comunicación que, con toda la capacidad de persuasión e información que manejan, debería poder llegar a estos objetivos pensando en el cómo, pero desde la responsabilidad… La construcción del mensaje nunca había demandado tanto el poder ser claros, precisos, definir pilares, ejes y mensajes diáfanos que permita a las personas sencillas entenderlo. Sin embargo, hay muchos que no les importa el cómo, con tal de llegar”.
Los expertos coinciden en que Ecuador es un país muy pequeño para entender con claridad 16 propuestas distintas en medio de un debate presidencial, y lo valoran como un escenario injusto para que el elector pueda discernir entre propuestas. A esto, se suma la premisa de que, en honor al tiempo en televisión y para una “mejor comprensión” de la audiencia, se sintetice las respuestas. “El candidato tiene un minuto para responder cómo va a enfrentar la economía golpeada del país, cuando es titánicamente imposible, injusto e irreal, explicar algo tan complejo… esto da pie a que las respuestas vengan maquilladas con la única intención de convencer y vender la mejor idea con un discurso populista, sin argumentos”. Añadieron.
Finalmente, existió un llamado al análisis consciente del uso de las herramientas digitales como instrumento de llegada a los votantes y a los candidatos, así como a ser críticos ante la verdadera comunicación que estos hacen. Hoy el Ecuador y el mundo se juega la ficha de tener líderes que nos ayuden a librar más de una crisis; por lo tanto, la corresponsabilidad y tener como eje transversal propuestas reales a necesidades, es innegociable.
Te invitamos a escuchar nuestro podcast MC Comunicaciones Al Día, en el cual conversamos sobre marketing político en las redes sociales.
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